Son declaraciones hechas por Francisco León de La Barra, publicadas por . Comienza declarando que no era su intención hablar de la situación que vive en México, pero se lo han pedido encarecidamente. Lamenta que el problema México es muy serio, sobretodo por una crisis económica que comenzó en 1913, se ha agudizado debido a las incautaciones de propiedades y ala emisión de moneda sin valor. Indica que con buenas intenciones y hombres talentosos este problema se solucionaría, pero ni villistas ni carrancistas tienen los elementos suficientes para terminar con la crisis. Tampoco está de acuerdo conque el problema agrario se termine repartiéndola, ya que históricamente se ha probado que los indígenas no han mejorado su precaria situación a pesar de esta medida, en cambio surgen más problemas. En cuanto al trabajo señala que la situación no esta a la par de los países industrializados, sin embargo las leyes siempre deben proteger al trabajador, él mismo cuando fue presidente interino fundó el Departamento Nacional del Trabajo. Le sugiere al gobierno que no olvide nuestra historia, ya que una legislación que no la toma en cuenta qué en un grandísimo error, ya que no podrá llevarse a cabo en la realidad, ya que las soluciones que puede tener no corresponden a los problemas, asimismo es necesario que la ley se cumpla por encima de todo, para que esto ocurra no es necesario ser despóticos ni temibles, solamente es necesario hacerse respetar cumpliendo al pie de la letra la ley. Espera que la juventud y la niñez sean la salvación de México, por lo tanto es necesario olvidarse de las ambiciones personales y poner énfasis en la instrucción pública. Finalmente manifiesta que es necesario que cualquier gobierno que se jacte de ser serio tiene que reconocer sus deudas con los demás países, para tener buenas relaciones y salvar su honor e integridad.